¿Por qué su café no necesita azúcar?

Muchas personas añaden azúcar al café por costumbre, principalmente para contrarrestar el amargor. Sin embargo, la ciencia moderna sugiere que este hábito puede ser innecesario e incluso contraproducente para apreciar la complejidad del café de especialidad.   

Sin azúcar es mejor, solo si es café de especialidad

El efecto de enmascaramiento

El azúcar refinado es un instrumento contundente. Si bien añade dulzura, su perfil de sabor abrumador y unidimensional enmascara los delicados y complejos compuestos aromáticos que el agricultor, el procesador y el tostador trabajaron meticulosamente para desarrollar. Añadir azúcar a un Tabi con notas de jazmín y nectarina es como poner música a todo volumen durante una sutil sinfonía.   

La ciencia contraintuitiva de la percepción

Una investigación innovadora de la Universidad de Aarhus ha revelado un fenómeno fascinante: consumir café hace que una persona sea más sensible a la dulzura y menos sensible al amargor. Este efecto es independiente de la cafeína, ya que se observó también con café descafeinado, lo que sugiere que otros compuestos amargos en el café son responsables de esta interacción sensorial.   

Este hallazgo proporciona una poderosa razón, basada en la ciencia y no en el purismo, para omitir el azúcar. El propio café está preparando su paladar para percibir la dulzura de forma más aguda. La dulzura natural, creada a través de la caramelización y la descomposición de azúcares durante el tueste, ya está presente en la bebida ; su cerebro simplemente recibe una "ayuda" biológica para encontrarla. Por lo tanto, añadir azúcar es bioquímicamente redundante. El sistema es autosuficiente: el café contiene tanto los compuestos dulces como los compuestos que ayudan a percibir esa dulzura más intensamente. Probar el café sin azúcar no debe verse como una privación, sino como una invitación a una experiencia nueva y más auténtica, una para la que nuestra propia biología está preparada.   

Su próxima taza, una nueva aventura

El sabor del café de especialidad es un fenómeno natural, el resultado final de un viaje complejo que abarca la genética, el terruño, el procesamiento y el tueste. Variedades colombianas como Caturra, Castillo, Tabi y Colombia poseen perfiles sensoriales únicos y hermosos, nacidos de la ciencia y el arte. Con práctica, cualquier persona puede aprender a identificar estas notas y a apreciar la profundidad de la bebida. Al omitir el azúcar, se abre la puerta a una experiencia más rica y naturalmente dulce, permitiendo que la verdadera voz del café se exprese plenamente.

La próxima vez que visite Café del Imperio, acérquese a su taza con curiosidad. Pregunte al barista sobre el origen y la variedad del café del día. Pruébelo solo. Comience su propia exploración personal del increíble mundo de sabor natural que se esconde en cada grano.

Siguiente
Siguiente

Una guía práctica para la experiencia sensorial